Conocemos a Àngels Sala, educadora social del Servicio de Inserción Laboral de La Fageda en el marco del programa Incorpora

Àngels Sala, técnica de inserción laboral en el Servicio de Inserción Laboral (SIL) de La Fageda.

Hace más de 15 años que Àngels Sala forma parte del Servicio de Inserción Laboral (SIL) de La Fageda del programa Incorpora como educadora social. Desde su amplia experiencia y tras ver crecer el proyecto, nos cuenta qué metodologías utilizan para potenciar las contrataciones de personas en riesgo de exclusión social, principalmente personas con discapacidad, cuáles son sus funciones y qué aporta el programa Incorpora a la sociedad.

Los inicios de Àngels en el Servicio de Inserción Laboral de La Fageda

Àngels estudió Educación social y un posgrado en inserción laboral, lo que le hizo enfocar su carrera profesional a la orientación, el acompañamiento y el apoyo a colectivos vulnerables, especialmente para ayudarles a conseguir un empleo.

“Antes de trabajar en La Fageda me dedicaba a atender a personas mayores, hasta que un día vi publicadas dos ofertas de empleo en la entidad y pensé que podía ser mi oportunidad”, empieza explicando la técnica en una entrevista para La Fageda.

Así fue como llegó al Servicio de Integración a la Comunidad (SIC), el actual SIL, “un nuevo servicio que estaba despegando y que quería impulsar la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social del territorio”, explica Àngels. La idea le pareció muy motivadora, así que, en 2007, se sumó al equipo como educadora social.

Personas, tejido empresarial y red Incorpora: pilares del SIL

En la actualidad, el SIL de La Fageda es un servicio enmarcado en el programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa” que tiene como objetivo promover la integración sociolaboral de personas con discapacidad intelectual o trastornos mentales severos a través de puestos puesto de trabajo dignos.

La metodología de trabajo del Servicio de Inserción Laboral se basa en tres pilares fundamentales: las personas, el tejido empresarial y la red de entidades de Incorpora. Asimismo, prioriza los itinerarios personalizados, la formación en competencias básicas y transversales y la creación de espacios de trabajo reales para los usuarios.

La búsqueda de la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual o trastornos mentales severos

En su día a día, Àngels se encarga de preparar los currículums de los usuarios y ayudarles a preparar las entrevistas de selección. Dado que una gran parte son personas con algún tipo de discapacidad intelectual o personas con una enfermedad mental, también las acompaña en su adaptación a la empresa una vez son contratadas y les explica las dinámicas de trabajo adecuadas para cada empresa.

En la actualidad, la educadora supervisa a alrededor de 40 personas en riesgo de exclusión social con capacidades y necesidades diferentes. Por ello, lo primero que hace es establecer vínculos basados en el afecto, la confianza y el respeto.

Para Àngels, ayudar a colectivos vulnerables a encontrar empleo, empoderarlos y reforzar y trabajar su autoestima es lo que más le apasiona de su trabajo: “Me siento realizada cuando los usuarios logran un puesto de trabajo”, afirma en sus declaraciones a La Fageda.

Cuando le preguntamos a Àngels cuál es el mejor aporte del programa Incorpora a la sociedad, lo tiene claro: “Es una gran oportunidad para personas en riesgo de exclusión social de tener acompañamiento y apoyo de un técnico de inserción laboral que les ayude a conseguir un puesto de trabajo adaptado a ellas y a conservarlo. Con esto, pueden tener una gran calidad de vida y lograr una inclusión social plena”.