“Venga lo que venga, estaremos aquí para afrontarlo”

“Venga lo que venga, estaremos aquí para afrontarlo”

Inés es técnica Incorpora desde principios del 2018

Este estado de alarma en el que nos encontramos ha parado el mundo, nos ha confinado en nuestras casas y ha hecho que el ritmo normal de nuestra rutina tome un rumbo muy diferente, dando un giro de 180º. Adaptarnos en tiempo récord a algo que nuestra mente no podía ni imaginar nos ha permitido descubrirnos a nosotros mismos, nuestras capacidades y competencias personales, y nos ha hecho sobreponernos a una situación inesperada y de vértigo.

Nos movemos en un entorno laboral caracterizado por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, que se acrecienta con la crisis actual de la COVID-19. Desde Fundación Cepaim en Soria, entidad del Grupo Incorpora Castilla y León, como en otras entidades del tercer sector, ir adaptándonos a los cambios que ha traído esta crisis sanitaria ha sido el objetivo principal de nuestro día a día desde hace semanas.

Dentro del programa Incorpora ayudamos y acompañamos a personas en situación de vulnerabilidad en la búsqueda de empleo, intermediamos con empresas, gestionamos ofertas de trabajo y trabajamos junto a los usuarios su currículum, las entrevistas laborales, sus competencias personales y profesionales, y el desarrollo de estas. Ante esta nueva situación, muchas preguntas quedan en el aire: ¿Y ahora cómo continuamos con nuestro trabajo? ¿Continúo buscando empleo? ¿Y si me contagio? ¿Cómo me enfrento a una entrevista online? Y así un largo etcétera de cuestiones que se plantean las usuarios y usuarias Incorpora con los que trabajamos; dudas e incertidumbre, en demasiados aspectos, vitales.

Adaptando los Puntos de Formación Incorpora a la distancia

Dentro de los Puntos de Formación Incorpora, soy la encargada de su gestión y puesta en marcha. Desarrollamos cursos ocupacionales de unos tres meses de duración, con el posterior acompañamiento en la búsqueda de empleo. Preparamos a personas vulnerables o con un nivel bajo de cualificación para desarrollar un oficio en el mercado laboral español.

A principios de febrero comenzamos el primer curso de este 2020, centrado en el ámbito de la gastronomía y la cocina profesional, con el fin de cubrir las oportunidades laborales emergentes en el sector de la restauración en Soria. 100 horas de competencias transversales para el empleo, 80 horas de formación en cocina y 80 horas de prácticas no laborales en empresas.

La evolución del curso estaba siendo muy favorable, con un grupo formado por 20 personas ya consolidado, que estaban comprometidas con la formación y que presentaban una actitud destacable en cada día de clase. Y de repente, llegó el 13 de marzo y la COVID-19 con su inquietud, la suspensión de actividades, la posibilidad de decreto del estado de alarma por parte del gobierno, la crisis sanitaria, las empresas pensando en cesar su actividad y mucha incertidumbre por la situación. Ese mismo día decidimos paralizar la formación, con la esperanza de continuarla cuando “todo esto pase”.

¿Y qué hacemos en ese momento? Mes y medio de formación, y ahora este parón inesperado. Justo el último día de clase habíamos trabajado la adaptabilidad y flexibilidad de las personas ante hechos inesperados, ¡quién lo iba a decir! No teníamos otra opción que ponerla en práctica y adaptarnos a la situación.

Nueva situación, nuevas rutinas

El contacto con el alumnado es clave, así que a través de todos los medios tecnológicos posibles y que quizá no pensaba que me iban a resolver tantas cuestiones, continué hablando y apoyando a las personas usuarias también en este caso.

Lo primero que hice fue conocer su situación y su estado de ánimo; les he apoyado en esta parte con actividades individuales y vídeos de reflexión sobre competencias transversales tan necesarias en estos momentos como flexibilidad, adaptabilidad, gestión del tiempo, tolerancia a la frustración y gestión emocional. Continué con aclaraciones sobre la COVID-19, medidas de prevención ante el posible contagio y pautas a seguir para completar la formación a distancia.

De manera individual, además, hemos trabajado, a través de sesiones de coaching, la elaboración del currículum y cartas de presentación para el sector de la hostelería, así como aclaraciones sobre la búsqueda de empleo, pues todo esto también pasará y debemos estar preparados para enfrentarnos al “nuevo mercado laboral” que nos encontraremos. El alumnado también ha participado en la actividad “Cadenas de vida”, promovida por los Voluntarios de ”la Caixa”, y que ha servido de ánimo y apoyo entre ciudadanos de toda España.

Con el paso de los días, el cuerpo y la mente se van acostumbrando, nos ponemos horarios y rutinas que cumplir para eliminar la sensación de vacío ante esta situación, y el estado de alarma continúa más semanas de las esperadas.

¿Y la formación en cocina? Debe continuar, así que me puse en contacto con la empresa Grumer, la cual imparte nuestras clases de cocina y, junto a su profesor Antonio, nos pusimos manos a la obra. Enviamos recetas y técnicas culinarias al alumnado a través de WhastApp, además de vídeos prácticos para que continúen aprendiendo y formándose en casa, teniendo en cuenta los recursos de los que disponen. La predisposición de Antonio está permitiendo que sigan aprendiendo en sus casas y continúen con las horas de formación que nos quedaban.

¿Y qué vendrá? Quién sabe, pero venga lo que venga, estaremos aquí para afrontarlo, continuando con las formaciones, el acompañamiento y asesoramiento laboral de las personas con las que trabajamos, ayudándolas en su desarrollo personal y profesional, e intentando que su camino sea menos arduo; pues son momentos para crecer, agradecer y colaborar.

Inés Sanz Tejedor, técnica del Punto de Formación Incorpora de la Fundación Cepaim Soria, entidad del Grupo Incorpora Castilla y León.

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