“Tengo la satisfacción de sentirme útil y poder ayudar a un colectivo que, en este momento, realmente lo necesita”

“Tengo la satisfacción de sentirme útil y poder ayudar a un colectivo que, en este momento, realmente lo necesita”

Conocemos el caso de Teresa, auxiliar de enfermería, que, con el acompañamiento de la entidad Movimiento por la Paz, ha conseguido la inserción laboral en tiempos de coronavirus.

Teresa llegó al programa Incorpora con los deberes hechos. En una de las largas temporadas que había pasado desempleada, aprovechó para formarse en una de las profesiones que más demanda de personal tienen en la actualidad: auxiliar de enfermería. “Comprobé, después de un análisis del mercado laboral, que era una de las profesiones con mayor empleabilidad y mayor estabilidad”, puntualiza la usuaria Incorpora.

Después de esta fase previa de formación, Teresa creyó que necesitaba asesoramiento experto para encontrar un empleo, y fue entonces cuando acudió al programa Incorpora. “Teresa se puso en contacto telefónico con nosotros, derivada por un conocido suyo, para solicitar cita e inscribirse en nuestra bolsa de empleo y poder, así, conseguir esa oferta laboral que tanto necesitaba”, explica una técnica Incorpora de Movimiento por la Paz, entidad que ha gestionado la inserción de la usuaria.

Tras esta primera toma de contacto, la usuaria Incorpora entró a formar parte del servicio prelaboral, “donde pasó por varias entrevistas personalizadas en las que se le asesoró laboralmente e, incluso, se le inscribió en un curso formativo”, comenta la técnica de la entidad Incorpora. Seguidamente, los profesionales de inserción analizaron su situación, necesidades, aptitudes y preferencias, e iniciaron su itinerario sociolaboral.

La unión de la voluntad y formación de Teresa, el asesoramiento del programa Incorpora, y la necesidad de personal cualificado en la atención a personas dependientes enseguida dio sus frutos y llegó la oportunidad laboral de Teresa. En la actualidad, la usuaria Incorpora trabaja como auxiliar de enfermería en una residencia de personas mayores, donde desarrolla todas las tareas necesarias para atender al colectivo más vulnerable frente a la COVID-19.

“Aunque en principio es un trabajo temporal, creemos que, gracias al buen hacer y la voluntad de Teresa, es muy posible que se alargue en el tiempo”, puntualizan desde la entidad Incorpora.

Trabajar en tiempos de COVID-19: crecimiento laboral, pero también personal

Teresa confiesa que, aunque en un principio tuvo sus dudas, se siente muy orgullosa de la labor que desempeña en la residencia de personas de la tercera edad. “Fue una decisión muy difícil, y más porque tengo tres hijos pequeños, pero pensé dos cosas: primero, era el oficio para el que me había preparado y, segundo, tenía que colaborar en esta situación para poder dar a los afectados más oportunidades de superar el virus”. Asimismo, explica la satisfacción de haber logrado su objetivo laboral: “El tener la oportunidad de trabajar me llena muchísimo, ya que llevo mucho tiempo sin poder tener un empleo estable”.

Además, la trabajadora confiesa que pese a la gravedad de la situación por la que estamos pasando, para ella ha supuesto una oportunidad de encontrar aquello que llevaba mucho tiempo buscando. “Las circunstancias excepcionales por las que estamos pasando han sido las que han provocado el aumento de la demanda de profesionales en el sector de la sanidad”, comenta, y añade: “También hay que tener en cuenta que además de necesitarse más personal, muchos profesionales del sector han enfermado o han evitado trabajar por miedo al virus, por lo que se ha necesitado cubrir esa falta de personal”.

Ante este riesgo al que se enfrenta Teresa, la entidad Movimiento por la Paz también ha querido hacer su valoración: “En toda ‘guerra’ siempre hay personas que son las primeras en enfrentarse al enemigo y asumen un mayor riesgo que el resto. En esta pandemia en particular, son, entre otros profesionales, el personal de residencias de mayores como Teresa”.

Para finalizar, la trabajadora nos explica lo que ha supuesto para ella esta oportunidad laboral: “Tengo la satisfacción de sentirme útil y poder ayudar a un colectivo que, en este momento, realmente lo necesita. He cogido experiencia y me he curtido emocionalmente, pero es que además he conseguido que los empleadores me conozcan y vean cómo trabajo, lo que me abre la puerta para futuras oportunidades laborales”.

El programa Incorpora, al lado de los más vulnerables durante la crisis sanitaria

Los colectivos vulnerables parten de una situación de exclusión social que, en tiempos de crisis como la que estamos viviendo, se suele agravar. Por eso, el programa Incorpora se ha mantenido al lado de las personas que más lo necesitan para darles apoyo durante estos más de dos meses de estado de alarma.

La atención de los técnicos Incorpora, sin embargo, no solo se ha limitado a la orientación laboral para usuarios y empresas, sino que también ha partido de un apoyo emocional para todas aquellas personas que se hayan visto afectadas de una u otra manera por la COVID-19.

“En Incorpora creemos en el empleo como motor para el desarrollo personal y profesional, por eso trabajamos cada caso de forma personalizada, eliminando barreras existentes y fomentando la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión”, añade la técnica de Movimiento por la Paz.

Si nos centramos en el ámbito laboral, en lo que llevamos de crisis sanitaria, el Grupo Incorpora Castilla-La Mancha ha facilitado 58 empleos en servicios esenciales, gracias a la colaboración de 40 empresas socialmente responsables del territorio.

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