“Las personas privadas de libertad, no solo consiguen un empleo, sino la oportunidad de sentirse incluidas nuevamente en la sociedad”
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“Las personas privadas de libertad, no solo consiguen un empleo, sino la oportunidad de sentirse incluidas nuevamente en la sociedad”

Cristina, técnica Reincorpora, en su puesto de trabajo en la Fundación Atenea
Conocemos un poco más de cerca a Cristina, técnica Reincorpora de la Fundación Atenea de Badajoz, que nos cuenta qué particularidades caracterizan el apoyo a las personas privadas de libertad, y cómo desde el programa Reincorpora les ayudan en su camino hacia la plena reinserción social y laboral.
El camino hacia la reinserción sociolaboral
Aunque la Fundación Atenea, entidad coordinadora del Grupo Incorpora Extremadura, se dedica a la atención de diferentes colectivos en riesgo de exclusión social como jóvenes, personas con discapacidad o inmigrantes, entre otros, Cristina está especializada en aquellas personas privadas de libertad que están en proceso de reinserción social y laboral.
Este proceso se desarrolla desde la entidad con el apoyo y colaboración del Centro Penitenciario de Badajoz a través del programa Reincorpora, una iniciativa financiada por la Fundación ”la Caixa” y desarrollada en colaboración con el Ministerio de Interior a través de la Entidad Estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, con el objetivo de facilitar itinerarios personalizados de inserción sociolaboral a los internos.
Así resume la técnica la especialización de esta línea de acción: “La metodología utilizada con las personas privadas de libertad se basa en itinerarios personalizados de reinserción sociolaboral en los que se trabajan las competencias básicas y transversales en sesiones grupales y entrevistas individuales. Todo el proceso se realiza de manera activa y dinámica”, concreta.
Cristina reflexiona así sobre las necesidades específicas de los participantes del programa Reincorpora: “Estas personas precisan de ayuda para construir un nuevo proyecto de vida dentro de un marco inclusivo en nuestra sociedad, donde poder encontrar nuevas oportunidades y mejorar su calidad de vida”.
Cristina recuerda que, además de fases como los servicios a la comunidad, a los internos en la fase final de su condena se les propone la asistencia a formaciones que, “complementadas con orientación laboral personalizada”, son un recurso muy eficaz para facilitar su futura inserción laboral.
Entre las empresas y las personas privadas de libertad
Cristina es el nexo entre las empresas y las personas privadas de libertad que buscan retomar su vida, tanto a nivel social como laboral. Por eso, su trabajo se basa en dar respuesta a las peticiones de ambas partes implicadas. Así lo resume: “Mi día a día como técnica de inserción se desarrolla entre tutorías individualizadas y sesiones grupales con los internos, y un contacto permanente con las empresas para saber sus necesidades a cubrir”.
De esta manera, y gracias a la relación constante que mantiene con las dos partes implicadas en todo el proceso, Cristina puede dar respuesta a las necesidades de los usuarios, pero también de las empresas, derivando a candidatos que cumplan con los requisitos de cada vacante que llega al programa Reincorpora.
Mucho más que un empleo
Para los internos un empleo es mucho más que un medio económico para subsistir; supone un impulsor para retomar muchos otros aspectos como la convivencia en sociedad, la autonomía o la motivación para seguir con su vida. Cristina, desde su visión como experta en la materia, lo explica así: “En el caso de las personas privadas de libertad, no solo consiguen un empleo, sino la oportunidad de sentirse incluidas nuevamente en la sociedad y de volver a luchar por una vida diferente fuera del centro penitenciario”. Así, la atención de los técnicos Reincorpora parte de un asesoramiento integral que tiene en cuenta todos los aspectos que han provocado el proceso de exclusión y el ingreso en prisión.
Cuando le preguntamos por lo mejor de su trabajo diario, lo tiene claro: “La satisfacción que te genera la inserción laboral de las personas. Saber que los usuarios con los que trabajas de manera tan directa en sus itinerarios personalizados por fin han encontrado un empleo es algo que no se puede explicar con palabras”.
Además, tampoco quiere dejar pasar la oportunidad de agradecer las palabras que muchas veces le dedican los usuarios o los familiares de estos por su trabajo: “La hermana de un usuario del programa Reincorpora me quiso dar las gracias personalmente por lo que habíamos ayudado a su hermano. Después de llevar muchos años interno en un centro penitenciario, con lo que ello significa a nivel personal y profesional, gracias al programa recuperó las ganas de vivir y de mejorar para “normalizar” su vida dejando atrás su pasado”, recuerda.
Sin embargo, también reconoce que hay un parte agridulce en su trabajo: “Lo más difícil es conseguir que las empresas no tengan reticencias a la hora de contratar a personas privadas de libertad. Es cierto que a veces nos encontramos con muchas dificultades para que confíen, les den una oportunidad, y no se dejen llevar por los prejuicios sociales existentes sobre este colectivo vulnerable”. Pese a ello, la técnica puntualiza que, esta reticencia inicial se ve superada cuando las empresas les dan una oportunidad: “Aunque algunas empresas hayan tenido sus reservas al principio, después de haber dado el paso y ofrecerles una oportunidad, valoran a los usuarios como a cualquier otro de sus trabajadores, de una manera normalizada”.
En el 2019 el programa Reincorpora facilitó en España 1.878 inserciones laborales de personas privadas o ex privadas de libertad gracias a la colaboración de 884 empresas contratantes, lo que supuso que 3 de cada 4 participantes en la iniciativa lograran un contrato laboral. En palabras de la propia técnica: “Sin duda, el programa Reincorpora aporta mucho a la sociedad”.