Responsabilidad social corporativa, oportunidad de encuentro entre empresas y entidades Incorpora

Responsabilidad social corporativa, oportunidad de encuentro entre empresas y entidades Incorpora

Ana López, consultora de responsabilidad social corporativa (RSC), sostenibilidad y ética empresarial, es una de las colaboradoras del programa Incorpora. Gracias a su experiencia y especialización en este aspecto, se encargó de transmitir a los técnicos del Grupo Incorpora Castilla y León todas aquellas herramientas que las empresas pueden aprovechar para potenciar su RSC. Hoy nos habla de esta unión de fuerzas entre entidades y empresas para hacer del mundo un lugar más justo que ofrezca oportunidades a quienes más lo necesitan.

Desde el 2019, Ana López, especialista en responsabilidad social corporativa, da apoyo a los técnicos del programa Incorpora en esta materia para potenciar las acciones socialmente responsables de las compañías colaboradoras del Grupo Castilla y León. Aunque su colaboración se realiza principalmente con la entidad COCEMFE Valladolid, también colabora con el resto de entidades del grupo Incorpora a través de la coordinación del Grupo Incorpora, capitaneado por las entidades Asociación Espávila y Procomar Valladolid Acoge.

Un buen ejemplo de la forma en la que Ana transmite su conocimiento experto a los profesionales Incorpora es esta formación sobre responsabilidad social corporativa que realizó a los técnicos del Grupo Castilla y León en Valladolid. Asimismo, su cooperación se centra, además de en este tipo de formaciones, en el asesoramiento del desarrollo de acciones de responsabilidad social corporativa al programa Incorpora en la comunidad autónoma.

“La responsabilidad social corporativa se presenta de esta manera como una oportunidad de encuentro entre empresas, organizaciones y entidades sociales”, comenta la especialista en RSC. En este aspecto, Ana ve con buenos ojos el interés del Grupo Incorpora Castilla y León por promover las formaciones en RSC entre sus profesionales: “Contar con un conocimiento técnico necesario, les permitirá ayudar a las empresas a desarrollar su acción social, estableciendo nuevas vías de colaboración, gracias al asesoramiento de profesionales cualificados”, puntualiza.  

Entidades y empresas, el motor de las políticas de responsabilidad social corporativa

Ana nos explica que uno de los aspectos más positivos de las políticas de RSC es que se apoyan “en el diálogo y la cooperación”, de modo que las empresas no solo tienen que ser responsables, sino que tienen que demostrárselo a sus grupos de interés, “dando respuesta a sus necesidades y expectativas en la estrategia empresarial”, puntualiza. De esta manera, esta línea de acciones responsables que adoptan las empresas que colaboran con el programa se convierte, según palabras de la especialista, “en una potente herramienta para fomentar el compromiso social de las empresas y su colaboración con las entidades sociales”.

Ana, que también es directora académica del Programa Ejecutivo de esta especialidad de la Escuela de Negocios San Pablo CEU, cree que las entidades Incorpora son el partner más adecuado para que las empresas puedan canalizar su acción social de forma coherente, sin dejar de lado su estrategia empresarial. “Sin embargo, las entidades también precisan de la colaboración empresarial para poder contribuir a solucionar los grandes problemas de nuestra sociedad como la reducción de desigualdades y el apoyo a los colectivos vulnerables”, añade Ana.

Precisamente, esta unión entre organizaciones del tercer sector y empresas es una de las llamadas a la acción del último de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 17, donde se hace referencia a las “alianzas entre múltiples interesados”, según comenta Ana, a lo que añade: “De lo que se trata es de hacer un frente común para lograr cumplir estos 17 Objetivos que quieren lograr una sociedad justa que no deje a nadie atrás”.

Empresas más responsables, empresas más productivas

Ana, además, reflexiona sobre la necesidad de que las empresas adopten, cada vez más, medidas de responsabilidad social corporativa: “La sociedad reclama un nuevo pacto entre empresa y sociedad, un nuevo rol de la empresa, una empresa ciudadana que sea responsable e inclusiva”.

Sin embargo, la experta declara que esto no solo tiene beneficios para la sociedad, sino que también presenta muchas ventajas para la empresa: “Son muchos los estudios que indican que las empresas con políticas inclusivas aumentan su rentabilidad y productividad”, comenta, y añade: “La gestión de la diversidad en la empresa exige la incorporación de algunas medidas para que podamos hablar de inclusión real, entre otras: formalizar un proceso de contratación inclusiva, mantener una actitud de diálogo con todas las partes interesadas, establecer alianzas y convenios con organizaciones y entidades especializadas, revisar los espacios de la empresa, no tolerar las actitudes reprobables o comunicar y formar internamente a los empleados”.

Además, la experta en RSC señala que, pese a que la voluntad y las acciones de las entidades sean muy valiosas, necesitan del respaldo empresarial para pasar a la acción. “El trabajo de empoderamiento, acompañamiento y formación de este ‘talento invisible’ que hacen las entidades sociales no sirve de nada si se encuentran con un mercado laboral que les da la espalda. Es necesaria la colaboración de empresas y organizaciones para dar una oportunidad y hacer visible el talento de tantas personas en riesgo de exclusión social que son invisibles para la sociedad”.

Es en este aspecto en el que Ana ve la gran aportación del programa Incorpora: “Las entidades Incorpora pueden aportar valor de manera diferencial, ayudando a las empresas a optimizar sus procesos de selección y a fomentar una cultura corporativa inclusiva, ya que trabajan atentas a sus necesidades para adaptar mejor los perfiles profesionales”.

Para finalizar, la técnica reflexiona sobre cómo la unión hace la fuerza y es el secreto para conseguir un mundo mejor para todos: “Tenemos en nuestras manos la oportunidad de construir un futuro más justo y más humano para todos, trabajando unidos”.

En el 2020, y pese a la crisis sanitaria, está previsto que Ana siga colaborando en la formación de técnicos del Grupo Incorpora Castilla y León cuando se empiece a normalizar la situación.

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