Mónica y su camino hacia la inserción laboral junto al programa Incorpora
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Mónica y su camino hacia la inserción laboral junto al programa Incorpora
Mónica, participante del programa Incorpora.
Mónica tiene 41 años y, aunque su nivel de formación es bajo, siempre ha destacado por su buena actitud y predisposición para el trabajo. En 2018, año en que estaba cobrando la Renta Garantizada de Ciudadanía y se encontraba al cargo de sus dos hijos, habló con su trabajadora social porque quería trabajar y fue derivada a la Agencia de Colocación de Fundación Cáritas Chavicar, adherida al programa Incorpora. Así fue como comenzó su andadura hacia la integración laboral; una experiencia que nos ha compartido la propia Mónica.
Un difícil comienzo hasta lograr la inserción laboral
En agosto de 2018, en la Fundación Cáritas Chavicar, Mónica conoció a Patricia Orío Aray, la técnica Incorpora que la ha estado acompañando durante todo el proceso de integración laboral. Junto a ella inició la búsqueda de empleo elaborando un CV, así como realizando un curso de Empleo Doméstico, impartido por Cáritas Chavicar.
“Para ella fue el comienzo del camino: acudía todos los días y estaba muy contenta porque suponía una motivación para encontrar un empleo”, cuenta Patricia. “Tras la realización de esa acción formativa, Mónica estuvo buscando trabajo por su cuenta, pero no salía nada adecuado a lo que buscaba”, señala la técnica de inserción laboral.
“Patricia me decía que podía ir a la Agencia de Colocación para preguntar por ofertas pero, sin experiencia y con tan poquita formación, no había nada para mí, ya que pedían muchos requisitos”, relata por su parte Mónica.
Las claves del programa Incorpora: formación e integración laboral
Aunque el camino hacia la inserción laboral estaba resultando complejo, las ganas de trabajar de Mónica no cesaron y en febrero de 2021 volvió a contactar con Chavicar para que la ayudase nuevamente con la búsqueda de empleo. Para ello, se inscribió a varias ofertas y buscó otros recursos para encontrar trabajo y para formarse.
Unos meses más tarde, en abril, desde el Grupo Incorpora La Rioja la informaron sobre el curso de Limpieza Sanitaria que iba a comenzar en el Punto de Formación Incorpora gestionado por la Fundación ASPREM. Mónica no lo dudó ni un segundo: envió su CV y, a las dos semanas, la llamaron para decirle que había sido seleccionada.
“Con este programa de formación he aprendido que no todos los sitios se limpian igual: en un hospital es diferente que en casa, una empresa, vestuarios, despachos…”, cuenta Mónica. Una vez superados los módulos de teoría, comenzó sus prácticas en el Hospital San Pedro con la empresa ISS Facility Services, donde fue acompañada por una empleada que la iba formando en las funciones a desarrollar.
Durante su período de prácticas, Mónica se sintió muy contenta y demostró su interés y buena actitud para el trabajo. La recompensa a su esfuerzo no se hizo esperar y, una semana antes de finalizar las prácticas, la empresa le comunicó que quería seguir contando con ella como trabajadora a partir de julio. Comenzó con un contrato temporal y siguió durante un año más en la compañía, cubriendo una baja de larga duración.
Hoy, Mónica espera que su contrato pase a ser indefinido próximamente, ya que sus compañeras le dicen que lo está haciendo muy bien. “Si me hacen fija y mi hijo encuentra trabajo, me planteo comprar un piso en Logroño. Esto antes no lo pensaba”, comenta.
Participar en el programa Incorpora, una experiencia que cambia la vida
Haber participado como usuaria en el programa Incorpora le ha cambiado totalmente la vida a Mónica. “De venir de Rumanía con dos hijos, sin trabajo y sin nada, a ahora, he avanzado mucho”, señala. “Tengo un trabajo estable y estoy mucho más contenta y tranquila al tener unos ingresos que cubren mis necesidades”, añade. “Sin trabajar no me encontraba así; estaba en casa pensando en cómo iba a pagar los gastos. Lo he pasado muy mal”, asegura.
Por todos estos motivos, Mónica agradece su paso por el programa Incorpora, del que destaca el acompañamiento y la buena relación que ha mantenido con las técnicas durante todo el proceso: con Patricia, de Chavicar, para la búsqueda de empleo y formación y, por otro lado, con Yili y Sandra, de ASPREM, durante la realización de su último curso.
Patricia, por su parte, resalta todas las mejoras que ha realizado Mónica hasta ahora. “Pese a que con el primer curso no tuvo suerte, con el segundo, en el programa Incorpora, ha demostrado de lo que es capaz”, señala.
“Si por alguna circunstancia su contrato finalizara y no siguieran contando con ella, es muy probable que no le falte trabajo. Las competencias profesionales y personales que ha adquirido, además de la seguridad en sí misma que ha desarrollado, hacen que sea una buena candidata para ofertas similares”, insiste Patricia.
Contribuyendo a la integración laboral de los colectivos vulnerables
Como Mónica, son muchos los usuarios del programa Incorpora de la Fundación ’’la Caixa’’ que han logrado mejorar su empleabilidad desde que comenzó la iniciativa en 2006. Concretamente, en el primer semestre de este año, desde el Grupo Incorpora La Rioja contabilizan un total de 212 inserciones laborales de personas en riesgo de exclusión social, que fueron llevadas a cabo gracias al compromiso social de 69 empresas contratantes.
El esfuerzo de Mónica, junto al apoyo de todo el equipo del programa Incorpora, ha tenido su recompensa. Su felicidad y satisfacción serán cada vez las de más participantes de la iniciativa.