Fernando Zulueta, técnico de inserción laboral de Lantegi Batuak

La entidad colaboradora del programa Incorpora Euskadi, Lantegi Batuak, trabaja para mejorar la empleabilidad de personas con discapacidad intelectual desde hace 35 años, con discapacidad física y sensorial desde hace 31, y con trastorno mental desde hace apenas 17 años, una labor que se ha ido ampliando durante los años con el objetivo de colaborar en la integración laboral de los colectivos que tienen más dificultades para encontrar empleo.

Fernando Zulueta, técnico de esta entidad ubicada en Bizkaia, explica cómo el Modelo Incorpora les ha servido como referente para ofrecer diferentes herramientas y aglutinar “la experiencia de las diferentes entidades sociales que llevamos a cabo el programa Incorpora”.

Lantegi Batuak, por su parte, también cuenta con el programa Lanerako, puesto en marcha por la propia entidad y cuyo objetivo es, de la misma manera, favorecer la integración laboral de colectivos en riesgo de exclusión social, en este caso de personas con discapacidad física, sensorial o intelectual, tanto en empresas públicas como privadas. De este modo, el programa Lanerako se convierte en un complemento que refuerza la iniciativa laboral de la Obra Social “la Caixa”.

El camino hasta la inserción laboral de personas con discapacidad

En la inserción laboral de personas con discapacidad es tan importante conocer la realidad de las empresas como la de los usuarios que quieren encontrar trabajo. Además, en el caso de la inserción de mujeres con discapacidad se deben trabajar aspectos aún más concretos, como se hizo en el programa de Empoderamiento y Activación para el Empleo, que se desarrolló en 8 provincias españolas.

Así lo explica Fernando: “Con el objetivo de encontrar oportunidades de empleo ordinario reales y remuneradas para el colectivo de personas con discapacidad, se realiza una labor inicial de prospección, identificando y seleccionando sectores de actividad y puestos de trabajo para establecer los primeros contactos con las empresas y concertar entrevistas personales de información”.

Asimismo, aclara que con cada persona con discapacidad se debe trabajar de forma personalizada y respondiendo a sus necesidades a través de un itinerario personalizado: “Se trata de conseguir impulsar su entrada al mundo laboral o, como en el caso del colectivo de personas con trastorno mental, su reentrada, ya que algunas de estas personas ya tienen experiencias laborales anteriores. La cuestión es que, generalmente, llevan algún tiempo inactivas y es necesaria una mejora de sus competencias que pueda facilitar la inserción laboral”.

El técnico también reconoce la recompensa personal que supone ayudar al colectivo de personas con problemas de salud mental: “Me siento orgulloso de observar el cambio positivo que se aprecia en las personas con problemas de salud mental que participan en las acciones formativas a través de los Puntos Formativos Incorpora”.

Un estigma que dificulta la integración en la sociedad

Fernando explica que lo más gratificante de su trabajo es ver que su esfuerzo y trabajo diario permiten mejorar la calidad de vida de personas vulnerables y en riesgo de exclusión social. “Siento que aportamos nuestro granito de arena para el progreso de la sociedad”, puntualiza.  

Sin embargo, también explica que conseguir oportunidades laborales estables que puedan prolongarse en el tiempo no es tarea fácil debido a la situación del mercado laboral, que no permite que muchas empresas puedan tener expectativas a medio/largo plazo. “Esto complica la situación de los colectivos con menos cualificación”, aclara el técnico.

“Con el colectivo de personas con problemas de salud mental, el estigma de la enfermedad dificulta su participación en la sociedad porque sigue habiendo miedos por parte de las empresas a la hora de formalizar las contrataciones”. Fernando explica cómo los técnicos de inserción intentan poner solución a esta creencia: “Desde las entidades sociales les hacemos ver a las empresas el apoyo que recibirán en todo el proceso de inserción laboral, el seguimiento continuo. Asimismo, cada persona insertada cuenta con un técnico de referencia que es responsable de su formación y entrenamiento, y al que puede recurrir siempre que lo necesite”.

Una mejora constante para potenciar la empleabilidad de colectivos vulnerables

Desde que Lantegi Batuak se adheriera al programa Incorpora, ha ido cumpliendo con los objetivos que se ha marcado y que mejoran año tras año, ayudando a más personas con discapacidad o problemas de salud mental a encontrar un puesto de trabajo.

Desde el 2016, además, cuenta con un Punto Formativo Incorpora en el que se realizan cursos enfocados a personas con problemas de salud mental y que han sido diseñados pensando en las necesidades del tejido empresarial vasco. “Estas acciones se realizan también en colaboración con el Servicio Vasco de Salud Mental, entidad pública desde la que nos derivan a algunos participantes para estos cursos”, concreta Fernando.

En 2016 se realizaron tres cursos formativos y en 2017, dos. Para este 2018 está previsto realizar otras dos nuevas acciones formativas una vez que se detecten las necesidades de las empresas de la zona para conseguir las máximas inserciones laborales posibles.